Balística forense
El
gran avance tecnológico de los últimos tiempos ha hecho que las diferentes
disciplinas que conforman las ciencias forenses evolucionen con rapidez, a fin de
aportar mediante peritajes con criterios de certeza resultados que ayuden al
desarrollo de la investigación criminal.
Dentro
las ramas que conforman la criminalística encontramos la balística forense, la
cual ha sido sometida a cuestionamientos a cerca de su validez como ciencia.
Para dar respuesta a ello, debemos remontarnos a finales del siglo XVIII, en
Londres cuando un juez llamado Henry Fielding, decide formar un grupo de
personas quienes dieron inicio a los primeros métodos de la investigación
criminalística, aunque a veces estos utilizaran métodos ortodoxos o que estaban
fuera de la ley. A principios del siglo XIX, cuando aún las armas de fuego eran
de avancarga (arma de fuego que se carga por la boca del cañón y sus cartuchos son
fabricados artesanalmente), Henry Goddard descubre el autor de un homicidio en
el que se empleó para ello un arma de fuego; en el transcurso de la
investigación Goddard se percató que el proyectil extraído al cadáver
presentaba un abultamiento, por lo cual empezó
a visitar las viviendas de todo los sospechosos en búsqueda del molde con el cual se había
fabricado dicho proyectil; en una de las residencias encontró un molde con
características muy similares a las que presentaba el proyectil incriminado,
por lo cual decidió hacer muestras patrón y al compararlo con el incriminado noto
que estos presentaban características idénticas, lo cual ayudo a que el
sospechoso confesara el homicidio.
Lo
anterior creó un hecho histórico para la investigación criminal, fundando así el
método de investigación a casos de homicidio donde se hubiese empleado un arma
de fuego.
El
doctor Paul Jeserich realizo un estudio con diferentes armas de fuego y logra
determinar que cada arma deja un microrayado único en el proyectil al momento
en que este pasa por el interior del cañón; con base en esto, años más tarde Calvin
Godarte logra demostrar mediante el
macroscopio de comparación la uniprocedencia entre el proyectil extraído del
cuerpo de la víctima con el obtenido como patrón del arma de fuego del
sospechoso, dando a conocer el primer dictamen en la historia de la balística
forense.
Con
la evolución de las armas de fuego, la norma jurídica, la maquinaria delincuencial
y los innumerables errores que llevaron a sentencias equivocadas, la
investigación judicial se vio obligada evolucionar rápidamente, implementando
metodologías técnico-científicas con el fin de estudiar el crimen. Con la ayuda
de la criminalística la cual funge como auxiliar de la justicia se pretende determinar
quién, cómo, dónde y cuándo se produjo un hecho punible, partiendo para ello desde
la escena o lugar de los hechos, la recolección de diferentes evidencias halladas
dentro y fuera de los hechos, hasta el peritaje de dicha evidencia.
Como
se mencionó anteriormente y para el caso en concreto, la balística forense ha
tenido la necesidad de validar sus ensayos, basándose en los fundamentos que conforman el método
científico, como herramienta más viable para descubrir, comprender y
desarrollar principios y leyes que tengan una validez de carácter universal.
Entendemos
entonces que el método científico se crea por medio de procedimientos válidos que poseen unas características
comunes y están sometidos a un ordenamiento lógico carente de contradicciones
en su estructura. Dichos procedimientos están conformados por la observación, la
experimentación, la medición, la verificación, entre otros, generando una
secuencia de pasos que llevan al desarrollo de técnicas y procedimientos cada
vez más específicos. Podemos entonces decir que el método científico es un
procedimiento lógico que organiza de manera determinada un proceso de
investigación bajo el rigor de la ciencia y tecnología.
Para Mario Bunge la ciencia es el conocimiento aplicado a cualquier campo
o materia, pero suele aplicarse con mayor rigor en la organización de un
proceso experimental verificable.
Por
lo anterior y con el fin de atender a nuestra pregunta inicial, diríamos
entonces que si la balística basa sus procedimientos en la observación, experimentación, medición y verificación,
afirmaríamos que esta se rige mediante el método científico. Por consiguiente la
balística seria la ciencia que estudia los fenómenos que suceden al interior un
arma de fuego, las trayectorias y efectos que producen los proyectiles disparados
por esta.
La
balística forense mediante sus diferentes estudios o análisis, establece
elementos determinantes en la investigación
penal, que sin duda alguna crean resultados de certeza, apartados de toda duda e
incertidumbre.
Para
terminar, citaré algunos casos en los cuales la balística ha sido determinante
en la investigación forense: uno de ellos es el caso conocido como la masacre
de san Valentín en USA, en la cual se logró comprobar mediante el estudio de comparación
entre las vainillas recuperadas en la
escena del crimen y las obtenidas como referencia de una de armas de fuego, propiedad
de la banda de Al Capone; otro ejemplo seria la masacre ocurrida en un
municipio al sur de Colombia, donde se presumía que tras un enfrentamiento entre
un grupo al margen de la ley y el ejercito la nacional, se habría causado la
muerte de varios civiles a manos de las fuerzas militares, lo cual se desvirtuó
mediante el estudio de trayectorias y posiciones de disparo; por ultimo mencionare
el caso en el que un menor perdió la vida a causa de lo que comúnmente se
conoce como “bala perdida”, el caso sucedió al sur de una ciudad; un niño de tan solo 8 años disfrutaba del
juego enfrente de su casa, cuando sin causa alguna se desplomo al suelo a causa
de un proyectil disparado por un arma de fuego, luego de varios meses de
investigación en búsqueda del sospechoso, se realizó una inspección judicial
con reconstrucción de hechos logrando establecer que el proyectil extraído del
cráneo del menor había sido disparado a 1,6 kilómetros de distancia por un arma
de fuego propiedad de un miembro de la fuerza pública, quien ese día celebraba realizando
indiscriminadamente disparos al aire la llegada del nuevo año.